martes, 9 de marzo de 2010

A las escenas la vamos a dramatizar y a reconstruir en dos vías: por un lado todo lo que provisionalmente podríamos llamar la vertiente psicológica y por otro la vertiente más corporal que llamaríamos defensa personal. Innegablemente, aunque se trate de un dispositivo de entretenimiento para la autodefensa, tiene algún efecto terapéutico. Es un juego y como todo juego, existe ese efecto de por sí.


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