viernes, 26 de noviembre de 2010

“Una persona preparada psicológica, emocional, técnica y físicamente, con capacidad de anticipación de situaciones de peligro, tiene muchas más chances, no sólo de ganar una contienda por su vida, sino que por sobre todo, las puede evitar por que es capaz de percibir anticipadamente el riesgo y evaluar a tiempo si debe enfrentarse físicamente o no”.


Psicodrama y Seguridad Personal.
El psicodrama es una corriente psicoterapéutica que se desarrolla fundamentalmente en el contexto grupal y escenográfico. Considera al ser humano y por lo tanto al proceso psicoterapéutico, desde una visión vincular, social. Posteriormente tiene influencia psicoanalítica, referente a la creación de modelos. También se concibe lo psicoterapéutico, como un proceso holístico, a cuya experiencia deben asistir no sólo aspectos cognitivos, sino también todos los datos provenientes del cuerpo, los afectos y las emociones, induciendo de ésta manera a una profundización y emergencia de significados inconcientes bloqueados y con ello, la ampliación, la interiorización y la resignificación de las perspectivas con la que habitualmente se percibe la realidad.

miércoles, 10 de marzo de 2010




Cuatro conceptos universales,tiempo, espacio, realidad y cosmos,
se evalúan dentro del marco de la psicoterapia y especificamente dentro del psicodrama . El objetivo del psicodrama
es, desde siempre, construir un ambiente terapéutico que emplee la vida como modelo, para integrar dentro de él todas las modalidades del vivir, comenzando con estos universales hasta llegar a todos los detalles y minucias de la vida y la realidad práctica.

Tenemos situaciones traumáticas, escenas donde es posible no sólo rescatar los elementos más racionales, traducibles en términos de esquemas o formas “ataque – defensa”, sino y además tomar estas situaciones traumáticas, desplegarlas, abrirlas a la mirada del protagonista y del público para darle otras resoluciones que en el momento de ser sufridas no se pudieron realizar. Usamos, el recurso dramático para poder descomponer los factores más importantes que intervienen en una situación compleja como las que planteamos: esquema corporal, el miedo y la angustia, las actividades que nos hacen más vulnerables a las agresiones.

martes, 9 de marzo de 2010

Además de un entrenamiento más aceitado y próximo a las situaciones cotidianas, conseguimos un “plus de elaboración y descarga” que nos apronta mucho mejor para enfrentar situaciones de riesgo y complejidad.

Cabe aclarar, aunque parezca redundante, que las escenas tienen violencia, agresión, roce, contacto, etc.; los golpes se van a marcar tal cual se hace en psicodrama, pero también como lo hacen algunas disciplinas de Arte Marcial. La violencia se siente, independientemente del golpe real o no. De todas formas pesa más la violencia simbólica que la violencia real, en tanto que lo que desbasta la subjetividad son las sensaciones de impotencia, vulnerabilidad, invasión, etc.



No hay lo que en términos de teatro llamamos público. No hay división entre público y actores. Para nosotros alguien que inventa una escena, que parte de sus propios medios, de sus propias experiencias, no necesita presentarlo (auque lo recomendamos), vive con sus compañeros a quienes le ha presentado su escena. No hay un adentro y un afuera grupal, hay el espacio y el tiempo en una dimensión distinta, en una dimensión de juego como cuando éramos chicos y jugábamos a “la lucha” o “espadeos”, sentíamos que las cosas “sucedían de verdad”. Esa capacidad de juego que tienen los chicos es la que queremos recuperar para ponerla al servicio de la autodefensa y la prevención del abuso y las agresiones.







A las escenas la vamos a dramatizar y a reconstruir en dos vías: por un lado todo lo que provisionalmente podríamos llamar la vertiente psicológica y por otro la vertiente más corporal que llamaríamos defensa personal. Innegablemente, aunque se trate de un dispositivo de entretenimiento para la autodefensa, tiene algún efecto terapéutico. Es un juego y como todo juego, existe ese efecto de por sí.




Cabe aclarar, aunque parezca redundante, que las escenas tienen violencia, agresión, roce, hasta leves contactos, etc.; los golpes se van a marcar tal cual se hace en psicodrama, pero también como lo hacen algunas disciplinas de Arte Marcial. La violencia se siente, independientemente del golpe real o no. De todas formas pesa más la violencia simbólica que la violencia real, en tanto que lo que desbasta la subjetividad son las sensaciones de impotencia, vulnerabilidad, invasión, etc.